Nada personal

Una de las experiencias más extrañas durante el tiempo que llevo con el canal fue la primera vez que me escribieron un comentario negativo. Recuerdo que cuando lo leí sentí un pinchazo en el corazón, un nudo en la garganta y permanecí inmóvil. Ya había recibido varios no me gusta, pero recibir un comentario negativo públicamente de alguien a quien no conozco fue muy diferente. Apagué la pantalla tratando de ignorar o mermar la sensación en el pecho, la cual en lugar de irse se intensificó. Pensé en reaccionar, justificarme, defenderme y responder con la misma negatividad que había percibido en mi primera lectura del comentario, pero decidí esperar. Recordé que en un curso el línea en el que estaba apoyando como mentora nos habían entrenado contra los trolls o comentarios negativos, aconsejándonos evitar reaccionar para que la emoción inicial no nos traicione y en vez de apagar el fuego se alimente con más leña. En ese momento fue el ego el que se afectó e incluso llegó a sugerirme no seguir con los videos. Hasta ahora estaba empezando y no era algo que estuviese haciendo en serio, ni siquiera tenía suscriptores y la inversión de tiempo y energía eran importantes.

Pasaron horas o tal vez un par de días mientras me sentí lista para leerlo de nuevo, y en realidad no era tan malo. Es decir, no algo que hubiese deseado escuchar o cuyo tono no hubiese podido ser más amable, pero definitivamente algo de lo cual aprender. Viniendo además de alguien que no me conoce en persona, traía muchos elementos que no tenían nada que ver conmigo sino con la experiencia de esa persona, su estado de ánimo en ese momento, sus gustos, expectativas y creencias...